1ª
PRUEBA: ARGUMENTO DE LA REMINISCENCIA
a) Recordamos las Ideas a partir de las cosas
sensibles, porque estas son semejantes, se parecen a aquéllas, pero al mismo
tiempo son diferentes.
Ejemplo: La
idea de igualdad
-
Hay
cosas sensibles que decimos son iguales, por ejemplo dos piedras
-
Pero
no son La Igualdad
-
¿Cómo
llegamos al conocimiento de la
Igualdad? Será a partir de las cosas iguales, pero no
directamente: Las cosas sensibles que son iguales en cierto sentido son también
diferentes, mientras que LO IGUAL EN SÍ nunca puede ser desigual, por tanto no
obtenemos directamente la igualdad de las cosas sensibles, sino que al verlas
RECORDAMOS un conocimiento que ya poseemos de una realidad más perfecta y
superior, a la que las cosas pretenden imitar.
Por tanto: Es necesario haber contemplado LO
IGUAL antes de ver cosas iguales y reconocer que todas ellas tienden a ser como
lo igual, pero no lo son plenamente. Antes de percibir cualquier cosa como
igual a otra, hemos de haber conocido la IGUALDAD.
Y puesto que tenemos conocimiento sensible
desde que nacemos, el conocimiento de las Ideas ha de ser anterior al
nacimiento.
EN DEFINITIVA: TENEMOS CONOCIMIENTO DEL MUNDO
INTELIGIBLE ANTES DE NACER.
b) CONOCER ES RECORDAR.
Hemos
adquirido el conocimiento antes de nacer, pero ¿Nacemos sabiendo o bien
olvidamos tal conocimiento al nacer?
-
si
tuviéramos el saber, podríamos dar razón de lo que sabemos, sin embargo esto no
pasa respecto al conocimiento de las realidades inteligibles, luego no tenemos
saber de ellas al nacer.
-
Hemos
olvidado al nacer ese conocimiento
-
Luego,
conocer en esta vida es recordar
¿Cuándo han adquirido las almas el
conocimiento de lo que han de recordar en vida? Antes de nacer.
CONCLUSIÓN: LAS ALMAS EXISTEN ANTES DE NACER
(Y TIENEN ENTENDIMIENTO)
2ª
PRUEBA: LA VIDA NACE
DE SU OPUESTO: LA MUERTE
La reminiscencia prueba la pre-existencia del
alma, pero ¿seguirá el alma existiendo después de la muerte?
Tiene que vivir tras la muerte, pues si vive
antes de nacer y nace de la muerte, cuando el hombre muere ella no puede morir
ya que ha de volver a nacer.
3ª
PRUEBA: LA SIMPLICIDAD
DEL ALMA POR LA SEMEJANZA CON
LAS IDEAS
Hay que analizar dos asuntos:
-
qué
tipo de cosas se pueden descomponer y cuáles no
-
a
cual de ellas corresponde el alma
A)
-Lo
compuesto se descompone, lo simple, no.
- Las cosas que no
cambian, que son siempre del mismo modo, idénticas consigo mismas, serán las
simples.
B) –Las Ideas
–realidades en sí- , como lo igual en sí, la belleza en sí, que son lo realmente
“ente”, el ser en sentido propio, no cambian, son idénticas a sí mismas.
- Por el contrario
las cosas concretas que son bellas o tienen cualquier cualidad no se mantienen
idénticas, sino que cambian. Este tipo de realidad se conoce por los sentidos,
aquél por la razón.
En nosotros hay alma
y cuerpo.
El alma es invisible
mientras que el cuerpo es visible.
Cuando el alma se
guía por el cuerpo, sus sentidos lo
arrastran al mundo sensible y se extravía y perturba, toma por real lo que no
lo es, se mantiene en la ignorancia.
Cuando observa la
realidad por sí misma, se dirige hacia la realidad pura y verdadera, eterna e
idéntica consigo misma y se reúne con ellas como si fuera de su misma especie.
(A esta experiencia se le llama MEDITACIÓN)
El alma es más afín a
las realidades inmateriales, eternas e idénticas consigo mismas.
El cuerpo se asemeja
al mundo sensible.
Mientras están
unidos, al alma le corresponde por naturaleza gobernar al cuerpo, al cuerpo
obedecer. Y puesto que es lo divino lo que por naturaleza gobierna, y lo
sensible lo que obedece, el alma se asemeja más a lo divino, el cuerpo a lo
mortal.
Por tanto,
-
cuando
el hombre muere, su cuerpo queda en este mundo y se someterá a la corrupción
-
El
alma podrá marcharse a un lugar distinto (Hades) noble, puro, invisible (Adonde
irá el alma de Sócrates al morir, si
Dios quiere)
o
La
Filosofía prepara para que el alma pueda reunirse con lo divino y puro (lo
semejante a ella)
o
Pero
si se separa del cuerpo contaminada e impura por su contacto con el cuerpo,
confundida por los deseos y placeres,
quedará deformada por lo corpóreo, se convertirá en algo pesado, y será
arrastrada al mundo terrenal: tendrá que vivir de nuevo encerrada en diferentes
cuerpos.
Platón, Fedón.