Una página que sigue en blanco
Palabras mudas, silencios llenos de significado.
Welcome to my mind-heart
lunes, 27 de junio de 2022
domingo, 6 de octubre de 2019
Hands
Trust,
that one that is so difficult to win and so easy to lose it.
The same one that changes in a matter of seconds, accelerating the heart when you fall into it since you are providing the most valuable thing from you to the person who receives it.
Trust, how many times they hurt you and even so you're still standing.
Why do you sometimes ally with fear?
The one that paralyses and distorts you and it can make you feel lost.
When everything is so simple, sometimes it is hard for us to understand how beautiful it is to trust someone.
That hard procedure for all those who someday lacked loyalty but still believe in love.
The most powerful thing that anyone can offer you, the one that involves putting your heart in one hand; those delicate hands that can hold it gently or break it into pieces.
Blessed hands,
that touch all over my body and makes my hair stand on end
those hand which you can play for hours travelling every millimetre.
Those hands that you intend to grab and not let go of them because that is there where you have begun to feel sure that they are the ones that should be with yours.
Those hands which let you touch every inch of your skin, those hands that give you confidence, dry your tears and tell you enjoy the trip without fear.
Why do human beings find it difficult trust someone?
It will be that those who live in self-esteem don't appreciate every second that the life offers us and each experience called life gives us.
They direct their lives with selfishness, frustration, insecurity and all they get is to make others small.
The only people who are saved from this humanitarian crisis are those people loyal to their values, honest with themselves and with others;
those that are so natural and it's even scary.
How is it possible that there are still people like that?
And so it happens, suddenly you realize that these people are the hope of humanity.
And you keep thinking of those hands that make you feel alive, that you appreciate and after all the life offers you in such an unexpected way what you deserve.
Those hands that have the same desire as you to be happy, not wanting to waste their time wandering and trying their luck among other bodies.
That precious and valuable time that doesn't wait for anyone, that doesn't stop and every thousandth of a second reminds you that you are alive, that you don't want to waste a minute of your life because you already lost enough.
And what I wish, that I really want look forward to seeing them again, to lose my senses, my mouth and undress my soul among them. Feel how they touch me and move through my skin, those hands that contrast with my light tone and you see how beautiful it is to have those hands with so much colour, those that have survived apocalypses and are now tempest; as full of stories as of scars.
Those that touch you as if it were a Michelangelo sculpture, turning the marble into flesh; that they sculpt you to the soul and sprout such a knot in the stomach that reaches the throat.
That mouth that only knows more than waiting for you, because your absence sometimes weighs more than fears.
That glow in the eyes that from the beginning told you the connection they had with yours, that only one look was enough to know what was happening.
That look that disinhibits you, with which you do not perceive the time which you value so much, the one that you just want to stop and stay to live in them.
That Love doesn't know about suffering, that it is enjoyed, that it is lived.
That trust is won and you won the match by many goals. The one that leaves you blind, and reminds you that the blind listen better and have better smell, and it is at that moment that you smell that you are in the place and with the right person. The one that plants flowers in your eyes with each orgasm.
I will say that it is a lie that you know how to defrost hearts and I will do it while I cry to hide that my chest is somewhat wet. I don't want to belong to other hands; To another bed that doesn't smell like you. That smell that permeates my nostrils while I fall asleep in your chest. That chest that shelters a heart that beats very slowly and reminds me of how beautiful it is having met you on any given night of an unexpected day and slowly become to be the nicotine that I want to smoke every day.
- Feelings -
10/5/19
London, (United Kingdom)
Veronica Msoto
sábado, 5 de octubre de 2019
¿Cómo confiar en unas manos?
Confianza,
aquella que tanto cuesta ganarla y tan poco en perderla.
Aquella misma que cambia en cuestión de segundos, acelerándose el corazón cuando caes en ella ya que estás brindando lo más valioso de ti a la persona que la recibe.
Confianza, cuantas veces te dañaron y aún así, sigues en pie.
¿Por qué a veces te alías con el miedo?
Aquel que te paraliza, que te distorsiona y que puede hacer que te sientas perdida.
Cuando todo es tan sencillo, a veces nos cuesta entender lo bonito que es confiar en alguien.
Ese procedimiento duro para todos aquellos que algún día les faltaron lealtad pero que siguen creyendo empedernidos en el amor.
Lo más poderoso que alguien te puede ofrecer, aquella que implica poner tu corazón en una mano; esas delicadas manos que lo pueden sostener con delicadeza o romperlo en pedazos.
Benditas manos,
que rozan por todo mi cuerpo y el cabello se eriza,
aquellas que puedes tocar por horas recorriendo cada milímetro.
Aquellas que pretendes agarrar y no soltarlas porque es ahí donde has empezado a sentirte segura de que son ellas las que deben estar con las tuyas.
Aquellas que dejas que te roce cada centímetro de la piel, las que te dan confianza, te secan las lagrimas y te dicen disfruta del viaje sin miedo.
¿Por qué le cuesta al ser humano tanto confiar en alguien?
Será que aquellos que viven ensimismados no aprecian cada segundo que la vida nos ofrece y todo lo que está experiencia llamada vida nos regala.
Dirigen su vida con egoísmo, frustración, inseguridad y lo único que consiguen es hacer pequeños a los demás.
Las únicas personas que se salvan de esta crisis humanitaria, son aquellas personas leales a sus principios, honestas consigo mismas y con los demás;
aquellas que son tan naturales que da miedo.
¿Cómo es posible que todavía queden personas así?
Y así sucede, de repente te das cuenta que esas personas son la esperanza de la humanidad.
Y no dejas de pensar en aquellas manos que te hacen sentir viva, que agradeces que al fin y al cabo la vida te ofrezca de una manera tan inesperada lo que mereces.
Aquellas manos que tienen las mismas ansias que tú de poder ser felices, de no querer perder su tiempo vagando y probando suerte entre otros cuerpos.
Ese preciado y valioso tiempo que no espera por nadie, que no se detiene y cada milésima de segundo te recuerda que estás vivo, que no quieres malgastar ni un minuto de tu vida porque ya perdiste bastante.
Y que ganas, que ansia más viva de volver a verlas, de perder mis sentidos, mi boca y desnudar mi alma entre ellas. Sentir como me tocan y avanzan por mi piel, aquellas manos que hacen contraste con mi tono claro y observas lo bonito que es tener esas manos con tanto color, aquellas que han sobrevivido a apocalipsis y tienen ahora tempestad; tan llenas de historias como de cicatrices.
Aquellas que te tocan como si de una escultura de Michelangelo se tratara, convirtiendo el mármol en carne; que te esculpen hasta el alma y brota tal nudo en el estómago que llega hasta la garganta.
Aquella boca que solo sabe más que esperarte, porque tu ausencia a veces pesa más que los miedos.
Ese brillo en los ojos que desde el principio te dijeron la conexión que tenían con los tuyos, que solo bastaba una mirada para saber que estaba pasando.
Aquella mirada que te desinhibe, con la cual no percibes el tiempo que tanto valoras, aquel que solo quieres detener para quedarte a vivir en ellos.
Que el Amor no sabe a sufrimiento, que se disfruta, que se vive.
Que la confianza se gana y tu ganaste el partido por goleada. Aquella que te deja ciego, y te recuerda que los ciegos escuchan mejor y tienen mejor olfato, y es en aquel momento en el que hueles que estás en el sitio y con la persona correcta. Aquella que te planta flores en los ojos con cada orgasmo.
Diré que es mentira que sabes descongelar corazones y lo haré mientras lloro para ocultar que mi pecho está algo mojado. Que no quiero pertenecer a otras manos; a otra cama que no huela a ti. Ese olor que impregna mis fosas nasales mientras me quedo dormida en tu pecho. Ese pecho que alberga un corazón que late muy despacio y me recuerda lo bonito que es haberte conocido una noche cualquiera de un día inesperado y convertirse lentamente en la nicotina que quiero fumar todos los días.
- Sentimientos encontrados -
5/10/19 London, (United Kingdom)Verónica Msoto
lunes, 13 de mayo de 2019
Nunca es tarde.
Nunca es tarde
Si de algo estoy
segura, es que nunca es tarde.
Nunca es tarde
para conseguir todo aquello que deseas, por lo que luchas, por lo que quieres.
A veces, hay
dificultades en nuestro camino que nos hacen reflexionar si realmente podemos. Pero sí, se puede. Una
mente positiva atrae todo aquello que deseamos. Cambiar nuestro concepto de la
vida, hace que recibamos buena energía, hace que luchemos con ganas, aunque a
veces pensemos que nos estamos fallando.
La vida nos pone
en continuas pruebas, cada derrota, cada altibajo, no es nada más que
superación a uno mismo. Cada cosa, tiene
su tiempo. Si para ti no lo es hoy, ahora, pero lo deseas tan fuerte… lo conseguirás
mañana. Solo espera que la vida recompense todo tu esfuerzo, todas tus ganas.
No te apresures a pensar que te has fallado, que podría haber sido si no fuese
porque… da igual. En esta vida, a veces tenemos que sacrificarnos por ciertas
cosas antes que otras. Pero lo que está claro es que todo es posible. Si
quieres algo, ve a por ello. Si hay algo que te lo impide, trata primero de
derribar esa barrera. Nunca desvanezcas, nunca te rindas.
Los problemas
que se pueden solucionar con dinero, no son problemas. No lo son. Y por mucho
que pienses podría haber hecho esto si hubiese tenido dinero. Esto no me faltaría
si tuviese dinero. ¿Alguna vez te has preguntado que es el dinero? Realmente nunca dejare que algo material me
limite, me deje paralizado, me pare los pies.
Yo misma muchas
veces me siento perdida. Creo que pierdo demasiado mi tiempo, sin rumbo, sin
saber a qué dirección ir, si estaré haciendo lo correcto… no paro de pensar en
el futuro, y agobiarme en el presente.
¿Acaso es la
vida que merezco?
He luchado por
tener lo que quiero; en el camino he llorado, he reído, he tenido muchos
altibajos… pero siempre, he terminado consiguiendo aquello que me proponía. Y
si alguna vez no lo he conseguido, ha sido porque mis ganas no han sido
suficientes. No puedo culpar a otros factores, porque aunque lo haga, todo
depende de mi.
De cómo actúe yo con la vida.
De cómo actúe yo con la vida.
Hay que luchar,
no rendirse, hacer todo lo que este posible en nuestras manos, hasta conseguir
todo aquello por lo que luchas.
Llorar a veces
es sano, nos ayuda a expulsar nuestras emociones interiores, a llegar a
conclusiones y conectar con nuestro yo interior. Pero no hay que lamentarse. De
toda experiencia negativa siempre hay algo positivo, un aprendizaje.
Nada malo que nos pase, es para perjudicarnos, si no para crecer.
Nada malo que nos pase, es para perjudicarnos, si no para crecer.
Tú
puedes con todo;
nunca es tarde para acabar una carrera, nunca es tarde para ser agradecido, para pedir perdón, para bendecir lo que tenemos, para desahogarnos, para formarnos constantemente, para crecer en valores, para valorar lo que tenemos, para sentirnos libres, para luchar por lo que queremos.
nunca es tarde para acabar una carrera, nunca es tarde para ser agradecido, para pedir perdón, para bendecir lo que tenemos, para desahogarnos, para formarnos constantemente, para crecer en valores, para valorar lo que tenemos, para sentirnos libres, para luchar por lo que queremos.
Nunca
es tarde, si no te limitas tú, que es lo único que puede hacerlo.
No
dejes que lo demás lo haga.
Confía en ti.
Confía en ti.
miércoles, 27 de marzo de 2019
Una calma inalcanzable
Sociedad de masas.
Sociedad ensimismada.
¿A caso podemos escapar de eso?
Desde que nacemos estamos controlados. Se contagia de generaciones a generaciones el control de las mentes. ¿Crees que no controlan también la tuya?
Todo el mundo queriendo ser libre, y estamos atados desde que nacemos.
¿Es mejor vía vivir ensimismado en el conformismo; o ser consciente de ello y vivir en una continua lucha interna con impotencia al ver tu alrededor?
domingo, 16 de septiembre de 2018
Querer y no poder, ¿verdad o miedo?
Querer y no poder, ¿verdad o miedo?
A veces, y sólo a veces, observo mi alrededor y soy consciente de lo mucho que ha cambiado mi vida. Unas veces me preocupa, otras tantas sin embargo me equiparo como un pájaro.
Aquel ser vivo libre, que vuela sin parar, sin mirar alrededor y sin detenerse a pensar lo rápido que transcurre el tiempo.
Así soy yo, tan imperfecta y fanática de lo que nos regala la vida.
Me encanta prestar atención al sonido de las olas del mar, observar embelesada cada movimiento de estas y contemplarlas a manera que llegan hasta la orilla y se funden con la arena; sentir el aire; hallar como el oxígeno embiste mis fosas nasales y respiro. Aire puro, aunque a veces no tan limpio. Pero supongo que es tan paradójico como la vida, aquel oxígeno que nos deja vivir pero a la vez nos contamina. ¿Y quienes son los culpables? Nosotros. Como lo soy yo de este desastre emocional.
Me dedico a querer vivir experiencias, a querer volar como los pájaros e ir a lugares desconocidos y querer conocer todas sus maravillas y culturas. ¿Por qué el ser humano es tan diferente y a la par tan semejante? Será que respiramos el mismo oxígeno. Aquel que a veces me consume cuando lo tomo de bocas desconocidas y no de la suya. Y cuando digo suya, hablo del amor, y no de nadie en particular. O sí, no lo sé.
Me cuestiono si querer y no poder es verdad o miedo.
El miedo de que te vuelvan a tocar esas manos, con tal delicadeza como Michelangelo Buonarroti esculpió a David.
El miedo a sentir aquello que te perturba la mente, que te hace accionar con impulsos, con los sentimientos, con las emociones. Y es que, observo todo lo que ha cambiado mi vida, que ni me reconozco. Yo, enamorada de la vida pero sin creer en un amor fiel, sólo al de uno mismo, ¿que triste verdad? Mis ojos han visto tantas cosas, que me limito a andar sola, a confiar cuanto menos, no vaya ser que me decepcionen una vez más. Siempre he, defendido el amor a capa y espada, como cuál luchadora nata. Pero esta vez no. Las cosas han cambiado, y me duele. Me duele porque es tan bonito, real y vivo sentir hacia alguien que es duro pensar que todo eso es ficticio. Nos dejamos llevar por impresiones, creencias, gustos, apariencias.
Y me pregunto, ¿a quién se escribe cuando no se ama? Acaso, ¿existe un futuro sin humanidad?
Que cobardes. Y me incluyo, porque ando mirando en los ojos de la gente brillo, aquel que le falta a veces a mi vida para completarse. Y siempre es a veces, porque me he acostumbrado a estar sola, o eso creo. Pienso que la vida es mejor así, teniendo las complicaciones de una misma, y no por lo demás. ¿Egoísmo? Puede ser también. Pero me he aprendido a querer, y desde luego lo que sé, es que hay que quererse primero uno mismo lo suficiente para querer a los demás después. Y en este orden, sin anteponer a nadie. De ahí vienen los errores. La vida de uno mismo es la más valiosa, así que quiérete. Y si ya lo haces, quiérete más.
Creo que cuando no se ama, no se escribe a nadie, solo se escribe a aquellos sentimientos que sentiste, que te hicieron sentir un cosquilleo en el estómago de nervios; que te temblaban las piernas, se te caían las bragas; y te brotaba una sonrisa pícara a la vez que te sonrojaban las mejillas,como tal idiota, del gusto.
Me refugio en abrazos con tanto deseo, que a veces, se me olvida el tiempo.
Aquel que transcurre tan rápido que cuando menos lo esperas te das cuenta de lo que tienes y lo que eres. Aquella persona a la que un día destruyeron el corazón en minúsculos pedazos y ha sabido con coraje afrontarlo. Y que bonito. Que bonito haber estado rota por completo y ahora sentir la vida con otro tacto, con otro olor. Porque aunque con lágrimas a veces lo recuerde, el dolor ya no escuece, solo me reconforta poder haber aprendido una vez mas.
Y no sé si será verdad que alguien llegará, no sé si es miedo a volver a tener que construir de nuevo confianza, miedo de nuevo. Pero lo que sí se es que ser quien soy ahora, para mi lo es todo.
Londres, 16/09/2018
lunes, 18 de enero de 2016
¿Os habéis sentido alguna vez un zapato?
Zapatos, ahí están
siempre, acompañándonos en cada paso que damos; en cada momento vivido.
Nos
ayudan a correr, a andar, nos llevan a los mejores lugares, como también nos
hacen pisar los peores sitios, o sufrir algunos dolores; pero casi siempre te
salvan; aunque algunas veces te calen. Porque nos mantienen calientes, pero
también nos trasmiten el frío.
¿Os habéis sentido alguna vez un zapato?
Verónica Msoto
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